Dile
que le amo, que mi voz busca una sola oquedad para quedarme dentro, que mi
corazón no late si no tengo cerca su cuerpo, que me falta el aire si no siento
su aliento.
Dile
que estaré esperando hasta mi último día; que la tendré presente en mis letras y
en mis sueños, los únicos lugares donde será mía.
Dile
que aún recuerdo cómo su mirada desnudaba mis labios, los hacía invulnerables a
rosar su piel.
Dile
que la extraño; que me extraño sin ella, sin lo que éramos.
Dile,
que sólo me sé si es a su lado, que mis días son fríos y nublados sin su
sonrisa que me ilumina, que su voz es la melodía que cobija mis sueños, que me
hace falta escuchar que me diga te quiero.
Dile
que mi memoria conserva su recuerdo, que mis labios aún saben a sus besos, que
mi cuerpo todavía tiene marca de tus caricias y mis ojos han perdido su brillo
al no ver más su rostro.
Mejor dínos,
dínos cómo podemos simplificar esta agobiante distancia que cada día se hace
más fuerte; que cada día que pasa, causa que nuestro amor sea inhóspito,
desconocido y frío, pero que a su vez nos reconforta y nos mantiene escrutando
el horizonte en busca de algún beso envíado por el viento.
Dile
que le extraño, que me hace falta sentir su calor, que el tiempo pasa lento si
no está conmigo, que su ausencia ha dejado en mi un vacío, que no encuentro
rumbo porque su destino es el que traza mi camino.
Dile
que no importa que pase el tiempo, que en el recuerdo de lo que vivimos aún
seguiremos siendo, que más que un cariño fue amor verdadero. Anda ve y dile
todo esto que siento, no te quedes ni una sola palabra, viento.
Todo un placer haber compartido letras con Ivette, Dolceacido.