Te extraño, a ti y a lo que éramos.
Te extraño porque sólo tú sabías dibujar una
sonrisa en mi rostro;
Te extraño porque supiste llenar mi vacío, el
vacío del pasado;
Te extraño porque mi piel te extraña, nos extraña.
Extraño tomarte de la mano y caminar en busca de
las estrellas más brillantes;
Extraño decirte al oído lo mucho que te amaba.
Hoy te sigo extrañando a ti, mujer. Sigo
extrañando tus suaves y delicadas manos en mi rostro, recordándome que todo
estaba bien mientras nos teníamos. Extraño cada lágrima derramada de felicidad,
esas lágrimas que con el tiempo se transformaron en dolor, ausencia.
Sigo
extrañando cada segundo que se hacía eternidad junto a ti.
Te extraño porque eres única, especial, tan
hermosa como una flor y tan sencilla como una mirada.
Te extraño porque aún vives aquí, en un rinconcito
de mi corazón, de mi alma y de mis sueños.
Te extraño.
Simplemente hermoso, letras que transportan a imaginarse cada uno de los escenarios que en ellas mencionas. Como siempre todo un placer para mis pupilas leerte José Ma.
ResponderEliminarExcelente José, de verdad me gusto mucho. Saludos hermano.
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